jueves, 2 de julio de 2009

The Boy at a Fancy Dress



Lo vi por primera vez en una fiesta, en la parte donde suelen colocarse los hombres que comparten secretos, no parecía infeliz, distante si, pero no infeliz.
Me gustó la forma como vestía, un traje de pana verde oliva y unos lentes negros de pasta, cualquiera lo hubiese tomado por un intelectual falso, pero yo sabia que era más que eso.
Me dijeron que vivía de su cuerpo y me pareció tan sórdida la historia que no quise oírla, preferí imaginármelo de otra forma, o de la manera correcta, un muchacho que escribía poemas divertidos y usaba un traje extravagante. ¿un disfraz?;por supuesto. Aunque ya no importa, hace mucho que dejé de verlo; y hace mucho que dejó de escribir esos poemas graciosos.

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